REVISTA NUEVA MINERÍA Y ENERGÍA, AÑO 9, NÚMERO 103 / SEPTIEMBRE 2017

 PUBLIRREPORTAJE

Minería Aluvional

Innovación en el desierto con Plantas Móviles

La ingeniería chilena está desarrollando toda su innovación ante los nuevos tiempos para los minerales, producto de descensos en la ley y el fin de los precios que llevaron a su peak al cobre y al hierro a comienzos de esta década.

 Y la innovación está funcionando al procesar minerales del tipo mantos aluvionales, donde la tecnología aplicada permite seleccionar el concentrado de magnetita, característica del hierro chileno. El proceso lo explica el Gerente de PME, ingeniero australiano Frank Lourenco, avecindado en Chile hace un cuarto de siglo: “Desarrollamos la tecnología para no utilizar agua y somos fabricantes de la misma y de todo el equipamiento, que funciona de modo estacionario y también con unidades móviles. En el caso del hierro los equipos se desplazan a las zonas más remotas del desierto y procesan el mineral, concentrándolo y permitiendo su despacho a puerto por parte del dueño. Esto baja costos, reduce el tiempo y genera un proceso virtuoso en la región, porque en las proximidades de los puertos se va acopiando y despachando desde ahí a los distintos mercados. Por ejemplo, ya no se necesita una gran logística propia, sino que distintos agentes van participando, pues lo que importa es que el mineral alcance la ley que se ofrece, para lo cual estos equipos logran un alto refinamiento.

La ingeniería ha permitido llevar estructuras en tiempo record, pues se trasladan en camiones que las posan en sectores, requiriendo pocas horas para su pleno funcionamiento. La misma unidad transporta el aparataje completo, lo que es una real economía, pues también reduce el uso de mano de obra no especializada.

Una vez instalada esta unidad, las líneas de proceso van clasificando el material y el productor puede contar al momento con concentrado de hierro y todos los subproductos del mineral rocoso, lo que lleva a desarrollar la poliminería y ser multiproductor.

Esta innovación permite diversificar la empresa y, por ejemplo, comerciar cuando el valor del mineral es rentable, mientras que si está a la baja trabajar los subproductos, como los mismos áridos. Lo importante, señala el ingeniero, es que el proceso ya lo realizó de acuerdo a sus capacidades económicas y siempre tendrá cómo defenderse ante los vaivenes del mercado.

Chile es un país rico en minerales metálicos/base y no-metálicos. En los componentes de origen metálicos/ base su geología se destaca por sus formaciones de tipo IOCG (iron, ore, copper and gold), que se encuentran en rocas ígneas sujetas a fuerzas metamórficas, que hermanan al cobre y al hierro en muchos yacimientos, como en Candelaria y Manto Verdes, en Atacama, entre otros.

Es así que, por muchos años, en el diseño de plantas de proceso a través de empresas PME hemos observado cómo nuestros clientes solo se concentraban en extraer un mineral u otro, creando con el tiempo la idea preconcebida que uno (cobre) era material deseado, mientras que el otro era tratado como estéril (hierro) y viceversa -por ejemplo- en el caso de CAP en sus yacimientos del Tofo y Los Cristales, que poseen plantas PME.

Pero hoy la minería enfrenta un gran desafío, el de saber aprovechar sus recursos naturales y entrar a explotar los minerales y estériles como productos polimetálicos. Esto se ha visto todavía más evidenciado por las restricciones medioambientales y los nuevos requerimientos del plan de cierre.